20. Abril 2024

12 Març, 2017 | Diari La República Checa

Bring to the table win-win survival strategies to ensure proactive domination. At the end of the day, going forward, a new normal that has evolved from generation.
REDACCIÓ12 Març, 2017

CIPOTE

La gran final

FINAL
La semana prometía para ambos políticos en la que se vislumbraba una final muy competida, pero las cosas han sido más fáciles de lo esperado para Pere Granados, alcalde de Salou y brillante vencedor de la CIPOTE CUP.

Viñuales venía de una semana pasada exitosa en la que mostró todo su potencial. Sin embargo, con un efecto de marea baja, el político naranja se ha desdibujado preocupantemente en la semana crucial del Gran Cipote.

Granados, siempre con su velocidad de crucero y su defensa acérrima de ‘Salou primero’, daba una lección de buena alcaldía y reflejos políticos. Un denso programa del Día de la Mujer en Salou, con un protagonismo mínimo del propio Granados, daban buena medida del savoir fair del alcalde salouense, posiblemente el político más en forma del territorio en estos momentos.

Se suma el nombramiento de un dinamizador para la subsede de Salou de los Juegos Mediterráneos, precisamente cuando más interrogantes se ciernen sobre el proyecto estrella de Ballesteros que, por arte de magia de su escribano de discursos, desapareció de la conferencia del estado de la ciudad que ofreció el alcalde de la capital provincial.

Un Pere Granados que en su camino a la victoria se ha enfrentado, invicto, a un importante elenco de políticos y políticas: Begoña Floria, Arga Sentís, Pau Pérez, Josep Poblet, Felix Alonso y el propio Rubén Viñuales.

Y mientras Granados pedaleaba a buen ritmo, Viñuales se descolgaba, perdía rueda y le entraba una pájara. ¿Qué le pasa al joven político?

En el Día de la Mujer, el político naranja se dedicó a desfilar en el seguici institucional y poca cosa más. Si Tarragona tiene una política municipal desneuronada, ésta es la de la mujer. Ballesteros, la única política hacia la mujer que ha gestionado y superexplotado es la de hacerse el guapo y el mimoso. Y ante eso, Rubén Viñuales, a hacerse la foto, poner cara de bon nen y a otra cosa mariposa.

Se esperaría del jefe de la oposición, y aspirante a la alcaldía, que hubiese organizado un acto con mujeres destacadas y/o anónimas de Tarragona para desmenuzar las deficiencias municipales en materia de políticas de apoyo a la igualdad e instrumentos de respuesta ágil y efectiva a las diversas y acuciantes problemáticas que viven las mujeres de su ciudad. Eso hubiese sumado, frente a la opción Ballesteros de regalar rosas a unas cuantas “entregadas” a su causa.

Y lo que ha acabado de arruinar las expectativas de Viñuales para llevarse la Cipote Cup ha sido el ridículo espantoso que ha hecho en la Comisión Informativa sobre los Juegos Mediterráneos.

¿Recuerdan sus declaraciones, tras la primera reunión de esta Comisión, grabadas en vídeo por este digital, llenas de exigencias al gobierno municipal? Pues en la segunda reunión Viñuales se autocensura y desaparece. Fue Pau Ricomà (ERC) quien, como en la primera reunión, se llevó el gato al agua y el protagonismo. Crear una Comisión de Seguimiento fue la propuesta de Viñuales como respuesta política al aplazamiento de los Juegos, pero tras dos primeras reuniones de este organismo se confirma lo que Ballesteros va soltando en petit comité: que Viñuales es un Bob Esponja naranja, por la facilidad con que se le puede burlar.

¡Cuánto echamos de menos una oposición de verdad! Valiente. Ni el pataleo infantil de la CUP, ni la oposición espasmódica de Abelló o Sentís, ni la teorética de Ricomà. Se espera de Viñuales una oposición dura, aunque rigurosa. Se le escucha a Viñuales repetir una y otra vez que Ballesteros no debería repetir como alcalde, pero no se le ocurre pensar al político naranja que debería ser él y no los vientos del este, los que cierren el camino a Ballesteros.

En definitiva, este primer Gran Cipote ha tenido un merecido y claro vencedor en Pere Granados, buen alcalde de Salou y un político que lleva el marchamo de dejar huella en su población y en el territorio. De Viñuales, una de cal y otra de arena. Qué lástima!!!