LAS MENTES PENSANTES DE TARRAGONA Y ELS VIPS VAPORÚ

La belleza no está reñida con la inteligencia… ni con la ignorancia. Tarragona es bella, acogedora, mágica… ¿pero somos una ciudad inteligente? ¿Quiénes guían nuestros pasos? ¿Quiénes son las mentes pensantes de la ciudad, aquellos que modelan el presente y proponen un futuro? En el mayor músculo motriz de la ciudad, el Ayuntamiento, ¿encontramos suficiente materia gris? Y si hay suficiente de esta materia gris, ¿está aprovechada?

Nos ponemos profundos y trascendentales. Vamos a evaluar a un selecto grupo de ciudadanos y ciudadanas que deberían prestar un ejemplar servicio a la ciudad, más que a nuestro ledo alcalde Ballesteros: EL SENADO DE TARRAGONA.

¿Quiénes son estos pretores y legados que deberían iluminar al alcalde con las luces largas de su intelectualidad? Pues son un grupo de personas reconocidas socialmente, en su mayoría, con méritos personales y profesionales fuera de toda duda y mácula. Ninguno debería estar en el senado por ser amigo o amiga del alcalde, pero de estos, de los amiguetes, alguno haberlo hay.

Queridos lectores, pueden ustedes comprobar que los requisitos de cooptación para el Senado no son un filtro (en nuestra opinión)  fiable, más allá del gusto y acierto personal del alcalde y su equipo de asesores. Eso no quita que los miembros de dicho organismo no tengan suficientes méritos acumulados (antes lo contrario), pero dicha circunstancia no es causa objetiva si no más bien subjetiva.  http://www.tarragona.cat/ciutadania/participacio/senat/qui-en-forma-part

Luego está la “ingente” actividad a la que se ven sometidos sus señorías senatoriales tarraconenses, que también puede apreciarse en este otro enlace http://www.tarragona.cat/ciutadania/participacio/senat/funcions-de-senadors-i-senadores

Por último, podemos repasar el nomenclátor del Senado, donde encontramos esas mentes pensantes, todas ellas comprometidas en derramar su sabiduría y sentido común sobre la gestión de nuestro alcalde y promover todo tipo de causas y acciones en bien de la ciudad:

1. Andrea Eidenhammer
2. Àngel Jiménez Durán
3. Àngel Òdena Rofes
4. Antoni Pujol Niubó
5. Berni Álvarez Merino
6. Claustre Sevil Dasca
7. Conxita Esteve Cabanes
8. Elies Torres Claravalls
9. Eudald Carbonell Roura
10. Federico Adán Marín
11. Francesc Barriach i Molas
12. Frederic Porta Vila
13. Griselda Pastor Llopart
14. Joan J. Guinovart Cirera
15. Joan Ribas Boix
16. Joan Josep Marca Torrens
17. Joan Martí i Castell
18. Joaquim Gosálbez Noguera
19. Joaquín Ruíz de Arbulo
20. Joana Zaragoza Gras
21. Jordi Freixa Querol
22. Josep Bertran Gimferrer
23. Josep Boronat Piqué
24. Josep Ignasi Boada Gasulla
25. Josep M. Buqueras Bach
26. Josep M. Solé Poblet
27. Maria Parra Peñafiel
28. Marina Robert Lara
29. Marta Matheu Usach
30. Montserrat Estopà Miranda
31. Olga Xirinacs Díaz
32. Pere Joan Salas Mañé
33. Rosa Llorach Rius
34. Rosa M. Virolés Piñol
35. Santiago Crivillé Andreu
36. Sergio Nasarre Aznar
37. Teresa Solé Tomàs
38. Teresa Valls i Miró
39. Xavier Climent Sánchez

Este Senado actual surge de la última sesión del verano de este año, donde se renovaron algunos miembros, aunque no conste todavía en la web del ayuntamiento el acta de esta sesión, siendo la última que aparece la de enero de 2015 ¡Toda una muestra de respeto del consistorio con sus señorías!

Pero han sido más de los que hoy forman parte del Senado los pro hombres y mujeres que han ido formando en la alineación de gala de este organismo desde su constitución en 2008. Algunos no han sido muy solícitos a la hora de asistir, no porque las sesiones sean un coñazo, ¡qué ofensa!, sino porque su compromiso con Tarragona allende tierras y causas lejanas les impedía estar presentes en tan ilustre acontecimiento. Pueden comprobarlo ustedes con la lectura de las actas en el enlace http://www.tarragona.cat/ciutadania/participacio/senat/actes-de-les-sessions

Algunos senadores es que no se pierden una. No saben lo que es faltar a una sesión: Josep María Buqueras, Xavier Climent o Josep María Solé son algunos ejemplares senadores de los que aplican al pie de la letra la canción que le cantan al alcalde: “si tú me dices ven, lo dejo todo”.

Llegamos al fondo de la cuestión. ¿Qué profundos y sesudos debates tienen lugar en el Senado? Si se toman ustedes algo de tiempo y paciencia pueden comprobarlo repasando las actas de las sesiones del enlace anterior (http://www.tarragona.cat/ciutadania/participacio/senat/actes-de-les-sessions ). Pero les doy un pellizco de dichas actas a continuación.

OMAC personal
La mayor parte de las intervenciones, salvo honrosas excepciones, son reclamaciones puntuales a alcaldía, como si el alcalde hubiese decidido abrir una OMAC personal para un grupo de élite de la ciudad. Se esperaría que los pretores y legados tuviesen un equipo de técnicos a su servicio para poder investigar, reflexionar y desarrollar algunas líneas maestras del presente y futuro de la ciudad, contrastar dichas conclusiones con los actuales vectores de gestión y planificación municipales y establecer parámetros de evaluación de hacia dónde va la ciudad y a qué velocidad, pero no… y no es no. Nada de eso. La mayor parte de las intervenciones son las que cualquier vecino o vecina le podría hacer al alcalde, salvo honrosas excepciones, repito.

Queda claro que son, los senadores y senadoras, un colectivo privilegiado que dispone de un rato amable, de vez en cuando, para charlar con el alcalde y trasladarle preocupaciones o comentarios que, las más de las veces, son pedestres y decepcionantes. Seguro que si se esfuerzan un poquito más podrían sacar algo de crítica constructiva y a la vez, estimulante. Repiiiiiiito, salvo honrosas excepciones.

Pero este organismo creado a imagen y semejanza del alcalde es la viva y decadente muestra de lo que entiende Ballesteros por “pensar” la ciudad y “repensar” la acción municipal. Lo que le gusta a Ballesteros es la política balnearia, el debate del té de las cinco, la charla balsámica, el masaje institucional y la merienda cuchipandi con los medios. Y los que se atreven a cuestionar estos métodos son unos malos tarraconins, boicoteadores y en permanente compló.

Me imagino que algunos de los miembros del senado, los más lúcidos y honestos, deben abochornarse del “nivelazo” de las sesiones.  Otros, por vergüenza o modestia, callan, acompañan y salen al paso. Si hacemos repaso de los actuales componentes del Senado podemos asegurar que su capacidad está aprovechada al 1% en su mayoría.

Si este Senado fuese lo que debería ser, Alejandro Fernández no se hubiese inventado un Comité de Estrategias ni de Marca, que, dicho sea de paso, tampoco son sus componentes para tirar cohetes.

De muestra un botón. Formó parte de este Senado la gran atleta Natalia Rodriguez, utilizada como un clínex por Ballesteros en su campaña de las municipales de 2011 y ahora sobreviviendo frente a las falsas promesas del alcalde ¿La mejor atleta de la ciudad entró en el Senado como florero deportivo o por su capacidad para aportar una perspectiva deportiva de Tarragona? Si acumuló méritos suficientes para ser Senadora, ¿por qué ahora su alcalde y mentor político, y su ayuntamiento, le han dado la espalda tan amnésicamente? ¿Fue buena para el Senado y no lo es para el equipo de los Juegos Mediterráneos? Solamente con este ejemplo sería suficiente para afear al Senado ¡Y ningún senador ni senadora, que se conozca, ha levantado la voz para hacerle ver al alcalde que se cometía una injusticia con la atleta! ¡Ya se nota que la solidaridad entre senadores asusta por su ausencia!

Ausencias importantes
También podemos aseverar que hay ausencias notables y sorprendentes en el Senado. La lista podríamos hacerla tan larga como quisiéramos. Pero no incidiré tanto en los nombres como en los motivos: ¿Por qué unos sí y otros no? ¿Cuál es el baremo real para ser miembro del Senado de Tarragona? ¿Por qué unos senadores han permanecido en su cargo sin asistir, otros se han perpetuado asistiendo, aquellos han salido y los de más allá se han ido o los han echado? ¿Eso es un Senado meritorio o abalorio?

Los primeros que deberían cuestionar su papel son los propios miembros del Senado. Es comprensible que formar parte de él suponga un orgullo inicial, pero tras la primera reacción, normal y humana, debe aparecer un espíritu crítico, autocrítico y honesto: ¿Qué hago yo aquí en verdad? ¿Formar parte de un decorado pesebrista a la medida del alcalde? Los miembros del Senado, mayoritariamente, están muy por encima de lo que proyectan como miembros de ese organismo. La mayoría de senadores y senadoras son brillantes en su ámbito, pero la suma senatorial de todos ellos se acerca a cero. Es la matemática ballesteril.

La lectura de las actas no deja lugar a dudas. Las mejores intervenciones se quedan en el título o el enunciado. No se profundiza en ningún tema. Cada uno suelta su lastre y el alcalde reparte VIPS VAPORÚ.

Los senadores y senadoras que salen mejor parados son los que NO han asistido. Con eso se dice mucho, si no todo.

Algunos apuntan cosas muy interesantes, pero que no tienen continuidad o se almacenan en el baúl de las buenas intenciones o el alcalde les da carpetazo con esa habilidad viscosa y almibarada que tan bien maneja.

Tener un grupo de personas, la mayoría prestigiosas en sus actividades profesionales, para que no trasciendan sus opiniones más allá de la palmadita del alcalde y la foto de familia, utilizar esa colección de nombres respetables para engordar el retrato político de Ballesteros, anular sus juicios de valor hasta hacerlos invisibles para con sus conciudadanos, todo eso, a este Fisgón, le parece de una ruina ética lamentable y censurable.

Senadoras y senadores les pedimos un favor: si no se respetan a sí mismos, por favor, respeten el nombre de la ciudad. Señores y señoras pretores y legados, ex senadores y ex senadoras, hágannos un favor y se lo harán también a ustedes: díganle al alcalde que se busque otro decorado, si vuestras aportaciones caen en saco roto.

¡Ah! Y para los que especulan con la identidad de quien escribe estas líneas, les diré que pronto, muy pronto, me conocerán. Sigan atentos a esta sección y a la gala de noviembre.

Hasta el próximo lunes, queridos y queridas. Y recuerden que El Fisgón fisgonea sin descanso, pero no esta libre que alguno le intente colar alguna imprecisión…

Por cierto, supongo que tendré el placer de saludaros personalmente durante la gala que estamos preparando para el día 3 de noviembre a las 19 horas en el Teatro del Serrallo.